2-4
60-120
3,87 / 5
14 años
Si te gustan los juegos de mesa estratégicos, con una profundidad táctica enorme y una ambientación bien lograda, Brass: Birmingham es una de las mejores opciones que puedes encontrar. Diseñado por Martin Wallace, Matt Tolman y Gavan Brown, este juego es una evolución del famoso y nunca bien ponderado Brass: Lancashire, añadiendo nuevas mecánicas, más variabilidad y un diseño visual impresionante. Publicado por Roxley Games, este título ha logrado posicionarse como uno de los mejores eurogames económicos del mercado, gracias a su combinación de construcción de rutas, gestión de recursos y desarrollo industrial.
¿De qué va Brass: Birmingham?
Este juego nos transporta a la Revolución Industrial en Inglaterra, donde los jugadores toman el papel de empresarios que buscan expandir sus negocios a lo largo del siglo XIX. A través de la construcción de fábricas, redes de transporte y mercados, los jugadores deben gestionar sus recursos de manera eficiente para maximizar sus ingresos y asegurar su dominio en la industria.
A diferencia de otros juegos económicos, Brass: Birmingham introduce tres nuevos recursos clave: cerveza, hierro y carbón, cada uno con su propia dinámica y restricciones de suministro. Estos recursos son esenciales para activar industrias y enviar productos al mercado, lo que añade una capa extra de estrategia y planificación.
Mecánicas principales y estrategias ganadoras
Construcción de industrias y redes de transporte
El juego se desarrolla en dos eras: la era de los canales y la era del ferrocarril. Durante la primera fase, los jugadores construyen conexiones a través de canales, pero en la segunda era deben adaptarse y aprovechar las ventajas de los ferrocarriles, lo que cambia la dinámica del tablero y obliga a replantear la estrategia constantemente.
Las industrias que construimos incluyen fábricas textiles, minas de carbón, acerías y, como novedad en esta versión, cervecerías, que juegan un papel fundamental en la distribución de productos. Saber cuándo y dónde construir cada tipo de industria es clave para el éxito.
Gestión de préstamos y economía del juego
Uno de los elementos más destacados de Brass: Birmingham es su sistema de préstamos, que obliga a los jugadores a tomar riesgos financieros para expandir su imperio. Pedir préstamos en el momento adecuado puede dar un impulso necesario a la economía de un jugador, pero un mal manejo de las deudas puede comprometer la rentabilidad a largo plazo.
Este balance entre inversión y retorno es lo que hace que el juego sea tan desafiante y satisfactorio para los amantes de los eurogames económicos.
Interacción entre jugadores
A diferencia de otros juegos económicos más solitarios, Brass: Birmingham tiene una interacción entre jugadores constante. No solo se compite por los mejores espacios en el tablero, sino que también se pueden aprovechar las industrias de los demás para acceder a recursos como carbón y hierro, lo que genera oportunidades estratégicas interesantes. Además, la gestión del mercado de cerveza introduce un componente de tensión y competencia que añade aún más profundidad al juego.
Componentes y calidad de producción
La edición de Roxley Games destaca por su increíble calidad de producción. Los tableros tienen un diseño oscuro y elegante, los componentes son resistentes y las fichas de recursos tienen un acabado de lujo. Además, la iconografía es clara y bien diseñada, lo que facilita la experiencia de juego pese a la complejidad del mismo.

La rejugabilidad es otro punto a favor, ya que cada partida se desarrolla de manera distinta según las decisiones de los jugadores y la disposición de los mercados. Esto asegura que ninguna partida sea igual a la anterior, manteniendo el interés a lo largo del tiempo.
¿Es Brass: Birmingham para ti?
Si disfrutas los juegos con alta interacción, planificación estratégica y economía exigente, este título te encantará. Sin embargo, si prefieres juegos más ligeros o con menos dependencia del cálculo matemático, puede que Brass: Birmingham te resulte demasiado denso o exigente.
Además, su curva de aprendizaje es moderadamente alta, por lo que es ideal para jugadores experimentados, pero puede resultar complicado para quienes se inician en los eurogames.
Lo peor o mejor de Brass Birmingham
✅ Lo Mejor:
✔ Profundidad estratégica: Ofrece múltiples caminos para la victoria (industrias, redes ferroviarias, comercio, etc.), lo que lo hace muy rejugable.
✔ Mecánicas interconectadas: La combinación de gestión de recursos, construcción de redes y competencia por ubicaciones clave es muy satisfactoria.
✔ Diseño del tablero: El mapa es hermoso y funcional, con una distribución que fomenta la interacción entre jugadores.
✔ Componentes de alta calidad: Los materiales, sobre todo en la edición de Roxley, son excelentes (fichas de cartón grueso, tarjetas ilustradas, etc.).
✔ Escalabilidad: Funciona bien con diferentes números de jugadores (2-4), aunque la experiencia cambia según la cantidad.
✔ Interacción indirecta: Aunque es competitivo, no es directo ni agresivo; la competencia surge por el control de ubicaciones y recursos.
✔ Tema bien integrado: La temática de la Revolución Industrial en Inglaterra está bien reflejada en las mecánicas.
❌ Lo Peor:
✖ Curva de aprendizaje: Las reglas no son simples, y puede tomar varias partidas entender todas las mecánicas y estrategias.
✖ Duración: Las partidas pueden ser largas, especialmente con jugadores nuevos (2-3 horas o más).
✖ Poca aleatoriedad: A algunos jugadores les puede parecer demasiado estratégico y carente de suerte, lo que puede no atraer a quienes buscan algo más casual.
✖ Espacio en la mesa: El tablero y los componentes ocupan mucho espacio, lo que puede ser un problema en mesas pequeñas.
✖ Dependencia de la planificación: Un error en la planificación puede costar la partida, lo que puede frustrar a jugadores menos experimentados.
✖ Interacción limitada en 2 jugadores: Aunque funciona bien, la experiencia es más intensa y competitiva con 3-4 jugadores.

Conclusión: ¿Merece la pena?
Brass: Birmingham es un juego imprescindible para los fans de los eurogames económicos, con una mezcla perfecta de estrategia, interacción y gestión de recursos. Su mecánica de construcción de industrias, préstamos y competencia en el mercado lo convierte en una experiencia desafiante y altamente gratificante.
Si buscas juegos similares, aunque a mi parecer nunca llegará a su nivel, te puede interesar Age of Industry, otro diseño de Martin Wallace, ofrece una experiencia parecida con una economía igualmente exigente pero con reglas más accesibles.
Por otro lado, Pipeline es otra excelente opción para quienes disfrutan de la optimización de recursos y la planificación estratégica, aunque con un enfoque en la gestión de producción y logística más marcado.
En definitva, es el eurogame de base económica por referencia, se agotan todas las tiradas del juego que se lancen y no en vano, es el número 1 en la BGG. Es un juego del que nunca me canso de sacarlo a mesa yq ue cada partida te deja con ganas de más.